Grupos que trabajan en barriadas califican de “abruptas” las medidas del Gobierno de Macri
Además de los sindicatos peronistas y la oposición, Mauricio Macri tiene enfrente a un grupo con menos protagonismo mediático pero una influencia creciente entre los pobres: los curas de las villas miseria, muchos de ellos cercanos al Papa y algunos muy politizados. La tensión entre la Iglesia argentina y el Gobierno parece cada vez más evidente. Una carta difundida por la corriente Opción por los Pobres elevó el tono de la polémica. Otro grupo de religiosos, aún más cercano al Papa, como Pepe Di Paola, no suscribió la misiva pero coincide en el análisis crítico con el ajuste que vive Argentina. En ese contexto, Macri recibió ayer en la Casa Rosada a la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) mientras se confirmaba que el Papa ha invitado a Roma a una figura clave del kirchnerismo, la polémica titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini. Los gestos de distancia después de la frialdad que mostró el Papa con Macri en su visita al Vaticano se multiplican.
La carta de algunos curas villeros es durísima. Critican la desarticulación de los programas de agricultura familiar, la detención de las militante kirchnerista Milagro Sala, la baja del programa Conectar Igualdad que repartía portátiles entre los estudiantes, el desmantelamiento de los trabajos territoriales de contención social, la pérdida del empleo e incluso algunas investigaciones a personalidades del Gobierno nacional. Esos son los argumentos de la 6ª carta “al Pueblo de Dios” que los curas en Opción por los Pobres difundieron en los medios de comunicación. La esquela también cuestiona “el silencio ominoso de los obispos ante la actual situación”.
Además de los sindicatos peronistas y la oposición, Mauricio Macri tiene enfrente a un grupo con menos protagonismo mediático pero una influencia creciente entre los pobres: los curas de las villas miseria, muchos de ellos cercanos al Papa y algunos muy politizados. La tensión entre la Iglesia argentina y el Gobierno parece cada vez más evidente. Una carta difundida por la corriente Opción por los Pobres elevó el tono de la polémica. Otro grupo de religiosos, aún más cercano al Papa, como Pepe Di Paola, no suscribió la misiva pero coincide en el análisis crítico con el ajuste que vive Argentina. En ese contexto, Macri recibió ayer en la Casa Rosada a la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) mientras se confirmaba que el Papa ha invitado a Roma a una figura clave del kirchnerismo, la polémica titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini. Los gestos de distancia después de la frialdad que mostró el Papa con Macri en su visita al Vaticano se multiplican.
La carta de algunos curas villeros es durísima. Critican la desarticulación de los programas de agricultura familiar, la detención de las militante kirchnerista Milagro Sala, la baja del programa Conectar Igualdad que repartía portátiles entre los estudiantes, el desmantelamiento de los trabajos territoriales de contención social, la pérdida del empleo e incluso algunas investigaciones a personalidades del Gobierno nacional. Esos son los argumentos de la 6ª carta “al Pueblo de Dios” que los curas en Opción por los Pobres difundieron en los medios de comunicación. La esquela también cuestiona “el silencio ominoso de los obispos ante la actual situación”.